El Reloj de Santa María Aztahuacán: Un Símbolo de Historia y Comunidad

En el corazón de Santa María Aztahuacán se alza un testigo silencioso del paso del tiempo y la historia viva de nuestro pueblo: El Reloj. Ubicado estratégicamente al sur del Templo, sus campanadas han marcado el inicio de innumerables festividades y celebraciones a lo largo de los años.

Este reloj, financiado por nuestros ancestros mediante la venta de patos de la laguna local, es más que un guardián del tiempo; es un monumento a la colaboración y al espíritu comunitario que nos caracteriza. Su arquitectura resuena con la historia, dialogando con las torres que se levantan en su entorno y creando un perfil distintivo en el paisaje de nuestro pueblo.

Composicion de las torres en Santa María Aztahuacan

Como si quisiera unirse a la danza de nuestro carnaval, El Reloj se convierte en un sitio de paso donde la música, los colores y la alegría de nuestro pueblo cobran vida. Los participantes del carnaval, vestidos con trajes tradicionales y sombreros de charro, pasan por debajo de su sombra, continuando una tradición que se siente tan atemporal como el reloj mismo.

charro en reloj de santa maria aztahuacan

Nos enorgullecemos de este legado y llamamos a nuestra comunidad a seguir el ejemplo de quienes nos precedieron: no solo construir, sino cuidar y honrar cada testimonio de nuestra rica cultura.

Te invitamos a ser parte de esta historia viviente, a visitar nuestro Reloj ya sea fuera o en tiempo de carnaval y a sumarte a la tarea de preservar nuestra herencia. Porque en Santa María Aztahuacán, cada segundo, cada fiesta, cada encuentro cuenta.